Este expediente refleja los problemas económicos que se vivieron en la Nueva España durante guerra de Independencia y en los primeros años de vida independiente. Ejemplo de ello fue cuando la Hacienda Pública, determinó que debía de cobrar a los antiguos deudores del Tribunal de la Inquisición.

Muestra las dificultades que vivieron algunos hacendados, que por el conflicto bélico estuvieron al borde de la quiebra tal y como le ocurrió a Francisco Muñoz y Guío, quien tuvo que hipotecar su Hacienda de Ocotepec al Tribunal del Santo Oficio.

Además, constata cómo a Leona Vicario le fueron incautados 112,000 pesos del Consulado de Veracruz, para obtener recursos por parte del virreinato.

En 1824, el Congreso decretó que a Leona Vicario le fuera devuelto su dinero incautado. Al no contar el gobierno con recursos en sus arcas, se determinó que para abonar a la insurgente, Muñoz y Guío le entregara su hacienda de Ocotepec a Vicario, para saldar así su deuda con la Hacienda Pública.

Este expediente judicial da certeza a ese hecho histórico sobre el pago que recibió Leona Vicario por $112,000 con propiedades, una de ellas la Hacienda de Ocotepec, hecho referido en el propio testamento de la heroína insurgente.